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Propiedad Intelectual / Decreto 2085 El Tiempo Febrero 29 de 2004: Una Visión del Consumidor ¿QUÉ PASA CON LOS MEDICAMENTOS EN COLOMBIA? Juan E. Céspedes Londoño, M.D Presidente del Colegio Médico de Bogotá y Cundinamarca de la Federación Médica Colombiana, miembro de la Asociación Médica Mundial, y profesor-investigador de la Universidad El Bosque. E-mail: cespedes@observamed.org Sitio:www.observamed.org |
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A la hora de necesitarlos, la mayoría de los colombianos deseamos acceder a medicamentos buenos y de buen precio. Parece una verdad de Perogrullo. Lo que no resulta tan evidente es porqué es tan difícil lograrlo en la práctica.
En marcado contraste: ¿Porqué resulta, entonces, tan fácil conseguir otros tipos de productos igualmente esenciales para la vida, digamos pan, en las mismas condiciones de calidad y precio?1,2. Para empezar, porque el consumidor posee la información suficiente que le permite tomar decisiones racionales, por ejemplo: 1) Evaluar sus propias necesidades; 2) juzgar la calidad, es decir, los atributos del producto tales como tamaño, color, olor, consistencia e inclusive sabor, necesarios para satisfacer sus necesidades; y, 3) comparar precios. Adicionalmente, hay muchos productores y vendedores, cada uno con libertad para ingresar o salir del mercado, compitiendo por satisfacer las expectativas del consumidor. En consecuencia, si en un punto de servicio particular, la calidad, los precios o ambos no satisfacen al consumidor, éste queda en libertad para elegir entre otras opciones. Es más, hay tantos vendedores y compradores que ninguno posee el poder suficiente para imponer el precio; lo hace la dinámica del mercado. Por consiguiente, el vendedor de pan que no sea capaz de garantizar la mejor calidad al menor precio posible, sencillamente sale del mercado. Se configura así una sana ¨selección natural¨ en el mejor espíritu darwiniano.
Este sencillo ejemplo corresponde a un producto que responde al mercado. Infortunadamente, la mayoría de los mercados de medicamentos no se comportan de esta forma.3, 4, 5Veamos porqué:
Primero, muchas personas ni siquiera poseen la información necesaria para evaluar en forma autónoma y racional sus propias necesidades.6,7 Para conseguirla se requiere la mediación de agente mejor informado: el médico. Esta relación se ha autorregulado por más de 2,000 años a través de principios éticos profundamente arraigados en la profesión. Sin embargo, puede fallar cuando el médico es capturado por terceros que lo utilizan para privilegiar sus productos a cambio de una compensación económica ó, más grave aún, bajo chantaje (ej., pérdida del empleo).
Segundo, la mayoría de las personas tampoco poseen la información necesaria y suficiente para evaluar aspectos críticos de la calidad como eficacia y seguridad. Por ello, se requieren agencias sociales especializadas capaces de regularla. Su principal desafío: Asegurar la comparabilidad terapéutica y farmacológica entre productos innovadores (de marca) y genéricos. Para un consumidor de medicamentos inclusive para su médico, no resulta fácil, por ejemplo, comparar varias penicilinas entre sí, a menos que las agencias del Estado ofrezcan garantías. Otros aspectos que también afectan la calidad, más relacionados con el proceso de atención, son la pertinencia, integralidad, oportunidad, continuidad y adherencia al tratamiento.
Tercero, durante la última década los precios de los medicamentos crecieron a un ritmo muy superior a la inflación.8,9,10 Este comportamiento se explica por los vacíos de información que dificultan la toma de decisiones racionales; y, además, porque los mercados son pequeños, lo cual los hace vulnerables al poder de los monopolios.11 En el ejemplo anterior el precio del pan lo fija y lo regula el mercado, sin que ningún agente tenga el poder suficiente para manipularlo.
El incremento exagerado en sus precios preocupa porque los colombianos ya estamos destinando al consumo de medicamentos por lo menos dos de cada diez pesos que gastamos en salud. Por ello, además de la calidad, surgen interrogantes sobre la eficiencia de éste esfuerzo.
Paradójicamente, la mayoría de los monopolios de medicamentos son de ley: Producto de un contrato entre sociedad e industria. De lo contrario no existirían incentivos económicos suficientes para garantizar la investigación y desarrollo de nuevos productos. De ahí la importancia de las patentes. Como resultado, la sociedad se beneficia de los nuevos productos. Además, continúa haciéndolo cuando expira la patente y la información correspondiente se torna de dominio público. Esto permite la producción de copias genéricas: reproducciones de los productos innovadores, es decir, comparables terapéutica y farmacológicamente.
Cabe otra reflexión: ¿Cómo sabe a ciencia cierta una persona que vive con el VIH, y su médico, si la copia más barata de un medicamento anti-rretroviral es realmente buena? Sencillamente, para proteger su vida, esta en su pleno derecho de exigir información que garantice la calidad del producto; por tanto, la sociedad tiene el deber de proporcionarla.11Pero hay posiciones opuestas a las regulaciones de calidad porque podrían encarecer la atención; sin embargo, la mala calidad se paga más cara todavía: con la vida.
Más grave aún, por los vacíos información sobre calidad y precios los mercados suelen reaccionar perversamente: a menudo, resultan elegidos los productos más baratos aunque su calidad sea desconocida e, incluso, mala.
En contraste con el pan, los problemas que presentan los mercados de medicamentos solo se pueden corregir a través regulaciones sociales y económicas efectivas, como lo hacen todas las sociedades modernas.12,13 Para diseñarlas, vasta simplemente con colocarse del lado del consumidor e imaginarse qué debe hacer la sociedad para lograr el mismo resultado que obtendría si los mercados de medicamentos fueran más competitivos. Infortunadamente, en el diálogo político la voz del consumidor y la de su agente natural, el médico, son precisamente las más débiles. Sin embargo las agencias estatales están presentes para representar el interés colectivo. De hecho, uno de los principales desafíos que enfrenta el gobierno, consiste precisamente en formular una política farmacéutica clara, coherente y efectiva, en medio de enormes presiones tanto internas como externas en el marco de las actuales negociaciones comerciales internacionales. En particular, dado que se trata de un bien público, el estado debe producir información y suministrarla al consumidor con el propósito de permitir al menos la toma de decisiones informadas con base en calidad y precios, como lo propone la Federación Médica Colombiana:www.observamed.org. En efecto, así sucedería si los mercados de medicamentos fueran más competitivos.
* El presente documento contiene un
resumen del trabajo adelantado por un equipo multidisciplinario
de profesionales de la Federación Medica Colombia, en
respuesta a la convocatoria hecha por el gobierno a participar en
el diseño de la política farmacéutica nacional, e integrado
por las siguientes personas: Sergio Isaza, Oscar Andia, Tatiana
Andia, José Fernando Velásquez, Omar Segura, Natalia Valencia y
Sergio Robledo.
1. SAMUELSON, P. & D. NORDHAUS, 2004. Economics. New York: McGraw-Hill Book Company 17th Edition
2. FOLLAND, S., GOODMAN, A. & STANO, M., 2003. The economics of health and health care. New York: Prentice Hall 4th Edition.
3. FELDSTEIN, M. & FELDSTEIN, P, 1989. Health Care Economics. New York: Delmar Publishers (Third Edition)
4. HSIAO, W.C., 1994. Marketization -
the illusory magic pill. Health Economics, 3: 351-357.
5. SPILKER B, 1996. Quality of Life and Pharmacoeconomics in Clinical Trials. New York: Lippincott-Raven
6. ROTHSCHILD M. AND J. STIGLITZ 1976. .Equilibrium in Competitive Insurance Markets: An Essay on the Economics of Imperfect Information, Quarterly Journal of Economics 95, 629-649.
7. STIGLITZ J. 1977..Monopoly, Non-Linear Pricing, and Imperfect Information:The Insurance Market. Review of Economic Studies 44, 407-430.
8 NUÑEZ-OLARTE, E., ANDIA, O. & ANDIA, T.,
2004. Apuntes sobre libertad de precios de medicamentos en
Colombia. Colombia: Centro de Información y Documentación
del Medicamento CID-MED https://www.med-informatica.net/CIDMED-BIS-data/PFN-Libertad-PRECIOS.htm
9. ROBLEDO, J.E., 2003. Rechazo al chantaje de las transnacionales de medicamentos y agroquímicos. Colombia: Centro de Medios Independietes. http://www.colombia.indymedia.org/news/2002/10/25.php
10.RAIGOZO,C. 2003. ALCA no es una negociación sino una imposición. Colombia: Centro de Medios Independietes. http://www.colombia.indymedia.org/print.php?id=4633
11.JOHN a. & LAWTON, H. Regulation of the Pharmaceutical Industry. Hampshire: Palgrave Publishers Ltd.
11. DANIELS, N., 1996. Justice and Justification: Reflective Equilibrium in Theory and Practice. Cambridge University Press.
12. ABBOTT, T., 1995. Health Care Policy and Regulation. Boston: Academic Publisher.
13. MAYNARD, A. & BLOOR, K. Dilemmas in regulation of the market for pharmaceuticals.Health Affairs.2003; 22: 31-41. http://www.cmwf.org/programs/international/maynard_dilemmasrxmarket_itl_647.pdf
En lo central, este artículo
corresponde a la versión publicada en "Lecturas
Dominicales" de El Tiempo el 29feb04
http://eltiempo.terra.com.co/DOMINGO/lecturas/2004-02-29/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-1535306.html
Adaptado por OAS / 01mar04
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